Tercer podcast.
Hola, aquí Romuald.
Hoy tenía pensado hablar sobre algo que considero muy importante, que es el autoconocimiento, pero estaba en el gimnasio y me he encontrado a un amigo de la infancia que justamente ahora está pasando unos momentos muy duros.
Me ha explicado la situación y ha llegado el momento y me ha dicho: «¿Y tú, qué tal?». Y, evidentemente, le he dicho: «Chico, yo no tengo nada que contarte ahora mismo. Vamos a hablar de ti y de lo que a ti te está pasando… Tengo muchas cosas que contar, mi vida ahora mismo es un torbellino de cosas, pero no están a ese nivel vital».
Entonces, hemos estado hablando durante mucho rato de las cosas que realmente importan: del amor, de los seres queridos, de la salud, de cuidar a las personas a las que queremos y que dependen de nosotros… Y después de esta charla he pensado que no quería hablaros de lo que es el autoconocimiento. Lo dejamos para otro día. En cambio, sí que quiero hablaros de la perspectiva emocional. Yo lo llamo perspectiva emocional. No sé si la perspectiva emocional es eso, o si alguien más llama perspectiva emocional a otra cosa, yo qué sé. Pero yo lo llamo así.
Perspectiva emocional: pasión > ira
Para mí la perspectiva emocional es ser capaces de discernir entre lo que importa y lo que no importa, sin dejar que las emociones nos influyan y nos cieguen. Es algo que veo muy a menudo. Veo a mucha gente que se cabrea por cosas que realmente no tienen importancia. Y es algo en lo que yo sigo trabajando. No es algo en lo que me considere un maestro. Pero sí que soy consciente, al menos, de mis limitaciones. Es algo que intento mejorar cada día.
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¿Qué sentido tiene enfadarse por cosas que realmente no van a tener un impacto, ya sea en nuestro trabajo, en nuestra vida, en nuestra relación? No tiene ningún beneficio el hecho de enfadarnos. Más bien lo contrario.
Enfadarnos nos ciega, nos nubla y nos hace cometer actos o decisiones que casi siempre son erróneas. Y hay gente que dirá que la rabia y la ira te impulsa a hacer cosas… pues es una mierda de impulso moverse por rabia o ira. Es decir, en el mundo de los negocios, por ejemplo, que tienes que estar empujando a diario, ¿qué vas a hacer? ¿Vas a estar cabreado toda tu vida para hacer cosas?
No. Pongo por delante 100.000 veces la pasión que la ira. La pasión es tan fuerte y un motor que impulsa tanto o más que la ira. Y, además, es permanente. Puedes tener pasión toda tu vida por algo.
Entonces, para conseguir eso lo primero que hay que hacer es tener perspectiva emocional. Cuando alguien la caga, cuando ocurre algo que te hace sentir mal o que te mosquea, hay que controlar ese impulso, ese subidón de adrenalina que nos da a muchos en plan: «Hostia puta, ¿cómo es posible que esto pase?».
Hey, tío. Frena.
Piensa: ¿Realmente esto es importante? ¿Realmente esto va a tener un impacto en mi vida, o va a hacer que mi empresa se hunda? ¿O va a hacer que esta persona… yo qué coño sé lo que le va a pasar a esta persona? En la mayoría de las veces, no.
Y esto lo vemos muy claro cuando nos pasa algo que realmente es grave. Entonces vemos lo que importa en esta vida.
Perspectiva emocional en el microclima de los negocios
Diariamente tenemos situaciones en las cuales una persona reaccionaría con rabia y otra persona reaccionará de forma analítica. Ganará siempre el analítico. Ganará el frío. Ganará siempre el que pueda controlar sus emociones.
Así que la perspectiva emocional es un factor importantísimo si quieres abrirte paso en el mundo de los negocios, de las start-ups, ya sea subir peldaños en tu empresa, o crear un negocio, o atender al público. Lo que sea.
Yo he visto gente… Otras, les estaban diciendo de todo, y esa gente lo absorbían, lo digerían y lo echaban. No se lo aguantaban, eso de que los ves ahí, que luego les va a salir una úlcera. No. Sencillamente miraban a la otra persona. Son gente de esas que transmiten paz. Son gente sabia, porque al fin y al cabo, si no les afecta, es porque son capaces de entender lo que le pasa a la otra persona y decir: «Tío, esto no tiene importancia. Esto que estás haciendo a mí no me importa. Esto que me estás contando, en realidad, no es relevante».
Y esto, aplicado al mundo de los negocios, es súper importante: el hecho de ser capaz de mirar desde fuera. Porque, además, eso te permite salir un poquito de la burbuja en la cual te encuentras, tanto tú como tus competidores, como tu negocio.
Adolf Loos y la perspectiva de los visionarios
Bueno, mis 34 seguidores, vosotros fieles que estáis ahí, algunos de vosotros supongo que sabéis que he estudiado arquitectura. Pues quiero hablaros de Adolf Loos.
Adolf Loos era un arquitecto que, cuando todos los arquitectos estaban haciendo cosas llenas de florituras, llenas de adornos innecesarios, el tío va y plantó un edificio que no tenía ni un puto adorno. Es que era plano, con agujeros y punto.
Evidentemente, recibió unas críticas de la hostia.
El pobre hombre tenía úlceras. Yo qué sé. Murió jodido, el pobre. Eso le pasa a muchos visionarios. Porque reaccionamos así.
Los seres humanos, cuando vemos algo diferente, algo que se sale del modelo establecido, lo que hacemos directamente es criticar. Pero la gente que es capaz de ver las cosas desde fuera, con perspectiva, es capaz de encontrar nuevos caminos. Es capaz de crear tendencias. Es capaz de hacer cosas nuevas que nadie ha hecho hasta entonces. Y esto, aplicado al entorno emocional, es igual.
Es decir, si tú eres capaz de afrontar los problemas que tienes o que tiene tu empresa desde un punto de vista analítico, tranquilo y de sabiduría, eres capaz de encontrar las mejores soluciones. Así que ya basta de cabreos innecesarios, tanto en el trabajo como en la vida cotidiana, más comprensión y ya está. Yo creo que tendremos un mundo más feliz, unas empresas más sanas y una gente trabajando en un entorno laboral más agradable. Y ya está.
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Bueno, para finalizar, darle las gracias a Charly, que ayer, a las tres de la madrugada, me mandó un audio. Evidentemente, le mandé el audio para que lo escuchara, lo escuchó, me dio las gracias y luego me dio su opinión. Eso, Charly, demuestra, primero, coraje, personalidad y es la actitud que hace falta. Así que nos vemos el martes. Porque en algunas cosas estoy de acuerdo, en otras no. Pero eso es lo bueno. El hecho de que te hayas comunicado conmigo es algo que valoro un montón. Así que nos vemos el martes, tío.
Y a los 34 jinetes del apocalipsis, muchas gracias por estar ahí. Creo que he tomado la decisión de hacer un podcast diario. Ya veremos. Pero creo que lo haré. Así que, señores, señoras, gracias por estar ahí. Nos vemos. Un saludo. Chao.