Hey, aquí Romuald. Y vamos con el podcast número seis.
Parezco un locutor de la radio… ¡Yeah!
Lo primero, decir que ya no somos ni 37, ni 39, ni 42, que llevo el trackeo, somos 60 furiosos. Y se va a quedar lo de furiosos porque como nació de forma orgánica y natural, aunque no tenga nada que ver con el SEO, pues ya ahí se queda. Porque somos así de auténticos.
¿De qué os voy a hablar hoy? Hoy os voy a hablar de una frase que, evidentemente, no la he creado yo, pero que, para mí, es muy importante. La tengo escrita en una pizarra antes de entrar a mi despacho para que todo el que entre ahí, sepa lo que se va a encontrar. Y es «parálisis por análisis».
Parálisis por análisis
Seguro que muchos la conocéis. Segurísimo. Evidentemente.
Se ha repetido hasta la saciedad, pero os la voy a explicar yo desde mi punto de vista y cómo la aplico al día a día en la agencia, en mi vida, en todo.
¿Qué pasa? Os voy a poner un ejemplo justo que ha pasado hoy. De hecho, la única forma que veo viable y sostenible de crear un podcast cada día… Porque ya os digo, mamones, que son las 9:30 y hasta ahora no he podido pararme a hacer el podcast. Pero dije que haría uno al día y lo voy a hacer. La única forma que veo sostenible de hacer un podcast diario es explicaros cosas que me pasan en el día a día. Y hoy justamente ha pasado algo que se aplica esto de la parálisis por análisis.
Estábame yo tan a gusto en mi despacho, que me acababa de sentar, cuando Jonathan y Marina han entrado a mi despacho. Más que entrado me han asaltado, diciendo: «Mira, vamos a ver esta propuesta que tenemos que hacer, que es un cliente súper gordo y…» Que sí, que es gordo. No quiero vacilar, pero está en el IBEX 35. Y, evidentemente, es una propuesta tan grande y tan compleja que querían saber mi opinión. Me han dicho: «¿Tú cómo encararías esta propuesta, tal y cual?».
Me he sentado, me he puesto ahí en plan pachorro y les he dicho: «Lo primero, no quiero paja. Quiero que vayamos al grano. Quiero que cada frase que se escriba cuente. Quiero que no haya imágenes estúpidas, gráficos ni mierdas. Quiero que cualquier cosa que esté ahí tenga un significado, bla, bla, bla».
Esto han sido tres minutos. No más de tres minutos.
Cuando hemos acabado la conversación, les he dicho: «¿Está claro? ¿Ya tenéis una idea mental de lo que tenemos que hablar? Sí, pues ya está. A escribir. A escribir. No quiero que se planifique nada más. No quiero que hagáis un índice. No quiero que penséis en hostias ni mandangas. A escribir».
¿Y por qué? ¿Por qué ese escribir? Y esto mismo que os estoy diciendo a vosotros se lo he dicho a ellos, porque sé que haremos una primera versión de esta propuesta, que es algo nuevo, y luego la corregiremos, volveremos a hacerla, la volveremos a corregir y en dos pasadas, en dos días, tendremos una propuesta de puta madre.
Que si nos pasamos un día y medio planificando, al final de ese día y medio la cosa no va a estar tan bien como si avanzamos.
Ojo, que yo sé la importancia que tiene la planificación. De hecho, es una de las frases que tengo en mi vademécum de cómo vivir bien la vida y ser productivo.
Yo sé que un minuto de planificación puede salvarte muchísimas horas de producción. Pero hay momentos en los que aplicarlos y momentos que no. Sobre todo, cuando haces algo nuevo, es mejor avanzar. Porque es imposible que tengas en cuenta y planifiques todo lo que va a ser necesario para realizar esta tarea o esa propuesta, o esa web, o lo que coño sea que vayáis a hacer.
Todo es mejorable hasta el infinito: enfócate en avanzar
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Por ejemplo, yo, cuando empecé la primera MBN, qué coño me iba a imaginar que tenía que tener millones de cosas en cuenta. La iba haciendo, me iba encontrando cosas y las iba corrigiendo. Las hacía y las corregía. Las hacía y las corregía.
Una vez acabé la primera MBN, por supuesto, ahí sí que lo tuve claro ya cómo tenía que planificar la siguiente MBN. Y aun así, seguimos optimizando el proceso, porque es un proceso grande y gordo de cojones. Y se puede ir mejorando siempre. Ese es el problema donde reside la parálisis por análisis. Como todo es mejorable hasta el infinito, hay gente que por miedo de que el producto no sea perfecto, no tira adelante.
Y se queda estancado. Y está perdiendo muchas oportunidades. Ahí está el coste de la oportunidad. Coste de oportunidad que ya os explicaré en algún que otro podcast porque es algo súper importante también. Y digo mucho la palabra “súper”, pero me la suda.
¿Qué coño decía? ¿Ya he perdido el hilo? Por enrollarme como una persiana.
Ah, sí. Todo el mundo conoce a gente que es incapaz de avanzar por culpa del perfeccionismo. Entonces, ya para finalizar, porque no quiero que este podcast…
Mira, una de las cosas a la cual se aplica súper bien esto de parálisis por análisis es en inbound marketing. Voy a hacer otro podcast. Mira, ya se me han ocurrido dos ideas más para futuros podcasts, de cómo hacer una estrategia buena de inbound marketing. Bueno, una estrategia a la BigSeo de inbound marketing, donde la parálisis por análisis no lo jode todo.
Mientras tú buscas el perfeccionismo, otro te está adelantando
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Ya resumiendo el capítulo, que no me quiero extender más y que es tarde ya. Si sois de ese tipo de personas perfeccionistas, yo os aconsejo que, por favor, paréis en algún momento, cuanto antes mejor y creéis. Tenéis que hacerlo, porque si no lo hacéis, os van a adelantar. Os voy a adelantar. Y, además, estoy seguro de que yo, creando y mejorando en el mismo tiempo que vosotros, acabaré con algo mucho más perfeccionado.
Bueno, ya para terminar, daros las gracias por los comentarios que tuvo ayer el podcast de los enlaces se mueren. La verdad es que había algunos muy elaborados, la hostia de largos, que me daban ganas de cogerlos, borrarlos y pegarlos en un post para tener contenido original ahí de lo bien que estaban.
Y nada, esto os parecerá raro, pero es que me estáis permitiendo aprovechar el tiempo en los micromomentos que tengo, que no podría hacer otra cosa. Estoy leyendo los comentarios y aportando valor, creo. O lo que sea. Porque alguno me dice que estoy chalado. Pero, bueno. Yo qué sé por qué lo dirá.
Sea como sea, gracias: los comentarios también me están aportando valor a mí. Así que nos vemos mañana, tíos. No sé con qué. Si con el inbound marketing o con el coste por oportunidad o con aquel que dije del autoconocimiento. Es imposible en un podcast hablar de autoconocimiento. Si acaso, haré una serie que se llame el autoconocimiento y haré veinte podcasts sobre eso. Yo qué sé, tíos. Total, que nos vemos mañana. Chao, chao.